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Los expertos alertan del riesgo de que niños pequeños utilicen videojuegos de cerca muchas horas.
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El uso de lentes de contacto por la noche reduce la progresión de la miopía.
Madrid, 2 de julio de 2013. Los niños que pasan más tiempo realizando actividades en el interior de recintos cerrados es más probable que sufran miopía, según un estudio de la Fundación Rementería. El estudio, realizado entre 150 niños, demuestra que los niños que pasan menos de 5 horas al aire libre al día tuvieron un mayor riesgo de miopía, lo que le sucede al 73% de ellos. La Fundación Rementería ha elaborado un test de riesgo de miopía en niños y unas recomendaciones para frenar la progresión de la misma.
«Aunque en época de vacaciones los niños pasan más tiempo en la calle, existe una tendencia cada vez mayor al entretenimiento con actividades de cerca, sobre todo con juegos electrónicos, lo que ocasiona un mayor riesgo de miopía», explica el doctor Francisco Javier Hurtado Ceña, director médico de la Fundación Rementería. Uno de cada cinco niños encuestados no practica ningún deporte.
Aumentar el tiempo de actividad al aire libre 1 hora a la semana puede reducir un 2% la probabilidad de desarrollar miopía, según un estudio publicado en Opthalmology el pasado año. La causa más probable, según el doctor Hurtado, es las actividades que se realizan en el interior: «Algunos estudios han demostrado que los niños que realizan actividades a corta distancia (teléfonos móviles, videoconsolas, ordenador…) presentan una mayor prevalencia de miopía».
El 77,7% de los niños y el 65% de las niñas entre los 8 y los 9 años pasa una media de 4 a 6 horas al día con videojuegos, según un trabajo de la Universidad Internacional Valenciana publicado este año. Los niños se inician en los videojuegos a los 5 años, 6 en el caso de las niñas.
Una generación de miopes
«La acomodación del ojo a los dispositivos electrónicos durante periodos prolongados de tiempo ocasiona que se utilice indebidamente la reserva de acomodación, lo que va a ocasionar una generación de miopes y la aparición de vista cansada varios años antes que en la actualidad», explica la profesora Celia Sánchez Ramos, directora del departamento de Óptica de la Universidad Complutense. La doctora Sánchez-Ramos advierte de que «el riesgo de miopía funcional provocada es mucho mayor cuanto antes empiecen los niños a utilizar aparatos electrónicos de cerca».
La miopía es el defecto de graduación en el que el paciente ve bien de cerca pero no de lejos debido a que su ojo es más largo de lo normal. «Esto supone un problema en los niños, ya que, con el crecimiento, el ojo se desarrolla y por tanto el riesgo de dioptrías aumenta», indica el doctor Hurtado La miopía de aparición juvenil suele desarrollarse entre los 6 y 8 años de edad y puede progresar a una tasa de aproximadamente 0,5 dioptrías por año a lo largo de 15 a 16 años. La tasa de progresión en el rango de 5 a 8 años es de aproximadamente 0,6-0,7 dioptrías anual. Y a partir de los 9 años suele ser de 0,8.
Lentes de contacto nocturnas
Para frenar la progresión de la miopía, el doctor Hurtado recomienda la ortoqueratología, una nueva técnica que consiste en el uso de lentes de contacto especiales por la noche. «Producen un moldeamiento corneal que permite compensar el defecto de graduación sin que tengamos que usar lentillas o gafas durante el día. En el caso de la miopía, se ha demostrado que el incurvamiento periférico de la córnea produce un menor estímulo para el crecimiento del ojo y por tanto puede retrasar la evolución de la miopía». Otras recomendaciones son realizar revisiones periódicas para utilizar las gafas adecuadas, disponer de una buena iluminación y evitar el uso excesivo de pantallas electrónicas.