Protección solar niños

Protección solar niños

Protección solar niños

Con la inminente llegada del verano nos planteamos ¿es necesario proteger con gafas de sol a nuestros pequeños? La respuesta es clara, sí.

Los niños son el grupo poblacional en el que más debe extremarse la fotoprotección. Se entiende ésta como la absorción y filtrado de la radiación más nociva procedente del sol: los rayos ultravioletas (UV).

Aunque las medidas de fotoprotección son aconsejables en todas las edades, éstas deben ser más intensas en la población infantil y juvenil ya que los niños son más susceptibles que los adultos a las radiaciones UV y no son conscientes de ello. De hecho, algunos trabajos establecen que entre un 50-80% del daño inducido por la exposición solar que un individuo recibe a lo largo de toda la vida se realiza durante la infancia y la adolescencia.

Además, el cristalino de los niños es mucho más permeable a los rayos nocivos, UV y azul-violeta, dejando que una parte más importante alcance la retina. Existen evidencias que relacionan una elevada exposición a radiaciones ultravioletas B y el incremento del riesgo de padecer ciertas enfermedades oculares como la catarata (cortical y subcapsular posterior) y el carcinoma intraepitelial escamoso de la conjuntiva o de la córnea.

Las medidas de fotoprotección incluyen las conductas de evitación solar, la protección con ropa, gorros y gafas solares y el uso de cremas fotoprotectoras.

En lo referente al uso de gafas de sol, podemos resaltar las siguientes recomendaciones:

  • Estas deben cubrir bien los laterales de los ojos. Tienen que ser cómodas, flexibles, que puedan, en definitiva, hacer lo que suelen hacer (correr, saltar, jugar), pero con gafas.
  • Deben de ser gafas homologadas. Las gafas oscuras sin filtro de protección UV producen un efecto negativo. Se produce midriasis, o dilatación pupilar, por ser oscuras y dejan pasar radiación UV al interior del ojo.
  • Las lentes deben de ser personalizadas. Cuando se tiene los ojos más claros, se recomienda que sean de mayor absorción. Las lentes de efecto espejo también son muy buenas porque reflejan la luz e impide que lleguen los rayos a los ojos.
  • Debemos prestar atención al color de las lentes. Estas deben presentar tonos marrones, grises o verdosos. La razón es que son los que menos alteran la visión.

Como conclusión, queremos recalcar la importancia de proteger a los más pequeños con productos solares, como las gafas, adaptados cuando la luminosidad es intensa. Esto debe ir acompañado de todas las buenas prácticas necesarias para la protección de la piel: crema solar, gorro de ala ancha y evitar las horas de exposición de mayor intensidad.

Autor:

Doctor especialista

Número de colegiado/a: 2828/71235

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