Los ojos son uno de los órganos más pequeños del cuerpo humano, pero también uno de los más delicados. Al ser el centro neurálgico del sentido de la vida tenemos, aún más, que cuidarlos y mantenerlos en perfecto estado para poder ver con total claridad y nitidez.
Sin embargo, no siempre es posible, ya que existen multitud de afecciones oculares que pueden dañar este órgano tan preciado e importante para nosotros. Hoy, de la mano de nuestro equipo de especialistas y oftalmólogos, queremos explicarte una de estas alteraciones en la visión: el nistagmo. Probablemente no hayas oído hablar mucho sobre esta afección, por ello te vamos a detallar qué es el nistagmo, cómo detectarlo a tiempo y los diversos tratamientos que existen para poner fin a esta afección en los ojos.
Nistagmo: qué es y cómo influye en la salud ocular
El nistagmo, también conocido como nistagmus, es una afección que altera directamente en los ojos provocando que se muevan de forma involuntaria y totalmente incontrolada. Se pueden presentar tanto en un ojo como en ambos y a cualquier edad.
Este movimiento rítmico puede ser:
- Nistagmo giratorio: en forma circular.
- Nistagmo horizontal: de lado a lado. Es el más habitual.
- Nistagmo vertical: hacia arriba y hacia abajo
En función de la edad de inicio, el nistagmo se clasifica en:
- Nistagmo congénito o infantil: se presenta en los bebés desde las 6 semanas hasta los 6 meses de edad. Los pequeños que padecen esta afección suelen manifestarse en ambos ojos. La causa es bastante indeterminada, en la mayoría de las causas es hereditaria. No ven los objetos como si estos “temblarán”, pero sí pueden tener visión borrosa.
- Nistagmo adquirido: puede aparecer en cualquier etapa de la vida a causa de afecciones médicas graves y enfermedades de origen ocular y/o neurológico. Los adultos diagnosticados con nistagmo si que ven los objetos de su alrededor como temblorosos.
También podemos clasificar el nistagmo en función de su causa. Desde nistagmus fisiológicos (los más habituales) hasta nistagmus patológicos (provocados por una lesión ocular) y nistagmus idiopáticos. Sobre estos últimos se desconoce por completo la causa de su aparición.
Causas de nistagmo
Aunque depende de cada paciente, hay ciertos casos en los que las causas del nistagmo no son totalmente claras y puede estar asociado directamente a otro problema ocular. Los más comunes son:
- Antecedentes familiares con nistagmo.
- Esclerosis múltiple.
- Lesiones en la cabeza.
- Accidentes cerebrovasculares.
- Problemas oculares como el estrabismo o las cataratas en edades muy tempranas.
- Albinismo.
- Consumo de ciertos medicamentos.
- Drogas o alcohol.
Lo que sí sabemos es que el nistagmus puede ser de origen ocular (cataratas, enfermedades de la retina o distrofias retiniana) o de origen neurológico (encefalitis, tumores en el nervio óptico, infartos cerebrales, meningitis, entre otras). Incluso hay pacientes en los que las causas son múltiples y variadas, sobre todo en los bebés y niños.
Evaluar y detectar cada una de las causas de la aparición del nistagmo es vital para poder realizar un correcto diagnóstico y comenzar así el tratamiento más afín para las necesidades del paciente.
Síntomas de nistagmo
Como ya hemos comentado hace tan solo unos minutos, el síntoma principal que indica que podemos padecer nistagmo es un movimiento incontrolado de los ojos. Lo habitual es que este movimiento sea de un lado a otro, aunque también puede ser de forma circular o desde arriba hacia abajo, o incluso una combinación de los anteriores. Este movimiento no siempre tiene que ser rápido, puede variar y en ciertas ocasiones ser lento.
Aún así, el movimiento ocular no es el único indicio de estar sufriendo nistagmo:
- Visión deficiente.
- Ambliopía (ojo vago).
- Mareos, náuseas, vómitos.
- Sensibilidad a la luz.
- Oscilopsia (constante sensación de que el mundo de tu alrededor se mueve).
- Tortícolis.
Cómo se puede diagnosticar nistagmo
Si sientes continuamente alguno de estos síntomas y te suena bastante común todo lo que te hemos explicado, no esperes más y acude a nuestra clínica para que el equipo de oftalmólogos pueda examinar con detalle la salud de cada uno de tus ojos. Se realizarán varias pruebas hasta descartar o afirmar que padeces nistagmo.
Tratamientos del nistagmo: cómo combatir esta afección en el ojo
Tras conocer las causas del nistagmo, el equipo médico determinará el tratamiento más afín para poder frenar, combatir o simplemente mejorar esta afección ocular. Estos son algunos de los tratamientos con los que podrás mejorar tu agudeza visual, corregir ciertas molestias, y disminuir la amplitud y frecuencia del nistagmus:
- Tratamiento médico: desde fármacos hasta uso de gafas o lentes de contacto, prismas y aplicación de toxina botulínica. Este tipo de tratamientos permite tener una visión mucho más clara para que los movimientos de los ojos sean lo más lentos posibles.
- Tratamiento quirúrgico: aunque no llega a corregir ni curar el nistagmo, si consigue combatir la tortícolis y, por lo tanto, les ayuda a mantener la cabeza en una posición mucho más cómoda y limitar así el movimiento de los ojos.
Si se trata la causa que está produciendo el nistagmo, esta afección podrá desaparecer sola sin ningún tipo de tratamiento específico.
Es importante la consulta con Neurología para descartar, cómo hemos comentado anteriormente, que la causa del nistagmus tenga un origen neurológico, y en muchas ocasiones será necesaria una prueba de imagen (una Resonancia Magnética Nuclear o TAC craneal).
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